Acerca de...

   Un “luthier” es una persona que construye, ajusta o repara instrumentos de cuerda frotada y pulsada aunque el término se usa a veces, por extensión, a todo constructor de instrumentos musicales

   Octavio Castillo es un luthier venezolano nacido en Maracaibo, Estado Zulia, comenzó a incursionar en el mundo de la lutheria en el año 1992 gracias a su papá (Ángel Castillo) que siendo modelador de zapatos de profesión le llamo la atención la construcción de instrumentos musicales, sus primeros instrumentos fueron construidos de forma empírica, pero luego de un viaje a Carora, Estado Lara, ambos conocieron al maestro Antonio Navarro, quien los guió al comienzo de la carrera como luthier, y decidieron así tomar este mundo tan apasionante más en serio.

   Octavio como ejecutante de diversos instrumentos musicales conoce y comprende las necesidades que tiene un músico al momento de interpretar una pieza, de esta manera puede estar en su lugar y aumentar la calidad de su trabajo. En el taller cada mínimo detalle de afinación, sonoridad y comodidad es analizado cuidadosamente, dado que estos tres aspectos pueden ser considerados como la vida del instrumento.

   Entre los instrumentos que se fabrican actualmente en el taller esta el cuatro, la guitarra, el charango, la bandola, la mandola, la mandolina, el tres cubano y el requinto. La fabricación se realiza de tal manera que no se convierta en un proceso industrializado, dado que de esta última forma pueden pasar por alto algunos factores que puedan afectar la calidad del instrumento. Tomando el ejemplo del “cuatro”, se fabrica un máximo de tres por mes.

   Es reconocido a nivel regional y nacional por distintos músicos que han compartido escenario con él o se han deleitado con su música. Ha participado en encuentros de lutheria, donde tuvo la oportunidad compartir con otros luthiers de Venezuela.

   En el taller se han realizado instrumentos musicales para personajes reconocidos como Jorge Polanco, Cheo hurtado, grandes conjuntos gaiteros de la región y muchos más dado que los trabajos de elaboración son realizados cuidadosamente, como si fueran hechos para uno mismo, tratando cada instrumento como una pieza de extremado valor. En el caso de las restauraciones el luthier estudia la construcción realizada por el fabricante para dejar el instrumento en un estado más cercano al original y en esta vía se tiene más de 15 años haciendo nuestra labor lo mejor posible cada día.